Desbaratar (me imagino que vendrá de aquí), romper, descolocar, desordenar…
Lo tenía todo colocaíto, ha venío la gata y me lo ha esbaratao to.
Desbaratar (me imagino que vendrá de aquí), romper, descolocar, desordenar…
Lo tenía todo colocaíto, ha venío la gata y me lo ha esbaratao to.
Estar desnudo.
Este verano, en la playa, me quedé en pelete.
Desde luego, “eslapa” o “eslapar”, no es nada y no sé de dónde sale esta palabra. Pero sí sé que como verbo significa “correr” o “espabilar”. Veamos su procedencia: En determinada época de nuestra historia patria, los señores curas podían soltar una hostia a quien les viniera en gana. No ir a misa era un buen motivo para que te pegara un cura si te pillaba por banda. Cuando el abuelo de mi padre era un chiquillo travieso, a veces se fumaba la misa con algún compinche, y se escondían por el pueblo para que no los viera (y zurrara) el cura, que de hecho, antes de la misa se daba un garbeo recopilando a todos los que no estaban ya dentro de la iglesia. Su voz de alarma, cuando divisaban la sotana, era:
– ¡Eslapa, eslapa! ¡Que viene el cura!
A día de hoy podemos usar esa expresión para meter prisa:
– Eslapa, que hay que dejar to esto recogío
– ¡Eslapa! ¡Que viene el autobús!
“Estás como el trillador de Casasbuenas, deseando que caiga la paja en el gazpacho para decir no quiero más”.
Este dicho no es tan absurdo como parece. Viene a significar estar hasta las narices, hartito de que te toreen o te traten mal (deseando que caiga la paja) y buscando cualquier excusa para mandar lo que sea a la mierda (para decir no quiero más). Estar esperando la gota que colme el vaso. También se le puede decir a alguien cuando está intratable:
– ¿Qué te pasa? Estás como el trillaor de Casasbuenas…
He aquí un caso de los que yo entiendo o he escuchado cierta palabra en un sentido, pero significa otra cosa. Partimos de que un escuerzo es un sapo; hasta aquí, de acuerdo. Y yo iba a poner: persona fea, asquerosa, desagradable y malhumorada… ¡una prenda, vaya!
Pero no, resulta que tanto mis queridos padres como los diccionarios me desmienten, y un escuerzo es alguien desmejorado físicamente, una persona flaca y “desmedrada” o “escuchimizada”.
A ver cómo pongo el ejemplo yo ahora. Me limitaré a decir:
– ¡Pero qué escuerzo!
Barruntar, encontrarse mal, estar na más que regular… sentirse enfermo o con algún dolor o a punto de ponerse malo.
– ¿Sales esta noche?
– Uh, pos no estoy mu católica.
Escribo esto con conocimiento de causa. Lamentablemente, yo misma me he ganado a pulso la catalogación de “escardillo”. En mi casa me lo han dicho miles de veces. El escardillo es una herramienta de jardinería o labranza, como un rastrillo. Una cosa que araña la tierra (o lo que se tercie). Se llama también escardillo a la flor del cardo. Una cosa que pincha. Vamos, que no es que me comparen con una nube de algodón precisamente.
Colegimos pues que escardillo es una persona arisca, hosca, un poco fría y distante, huraña quizás.
– ¡Ven aquí y dame un abrazo, ven!
– Ay, déjame…
– Pero qué escardillo…