Siempre me ha parecido un poco cruel esta expresión. Que es como llaman en mi pueblo a la enfermedad de párkinson.
Pues eso.
Me decía mi abuela:
– Anda, estate quieta, que parece que tienes el Baile San Vito.
Ir baruto es ir sin rumbo, dando tumbos, llevándote gente o cosas por delante… Propio de borrachos, desatalentaos, niños pequeños, insectos voladores tipo polillas y galopos.
La Gallina Caponata está barutísima!
He tardado mucho en meter esta palabra, seguramente una de las más insignes del vocabulario que nos ocupa, y casi inefable. Apelativo todoterreno a la par que gentilicio de la Ciudad Imperial, bolo dice tanto, que no sé muy bien cómo expresarlo.
Ser bolo es ser tonto, inocente, ignorantón, simple, cándido incluso.
– ¡Anda, so bolo, a ver si te crees que la gente da duros por pesetas!
Lo mejor de este exquisito término son sus múltiples variantes y combinaciones: “bolo tonto”, “boli”, “ser más bolo que Anchuras”, “so bolo”, “¡no bolo!”, “bolotás” (¿qué dice un bolo sino bolotás?)
Si tenéis más no cortarse y comentar.
Olvidos: “boloblás“, “¡sí bolo!“, “¡Anda bolo!“…