Expresión de asombro máximo, o lo que decía mi abuela cuando lo flipaba. Según el grado de sorpresa podía incluir santiguarse.
– Mira abuela, me he teñido el pelo de azul, me he hecho tres piercings en la cara y me he tatuado el brazo entero, ¿te gusta?
– ¡En el dulce nombre sacatrapos!